La conexión invisible:La música y las emociones

Foto de: Pinterest.com

“¿Qué sucede realmente en tu cerebro cuando una canción cambia por completo tu estado de ánimo?” 

¡Hola hola a todos! Por aquí Alma y como saben o quizás no, en mis blogs suelo hablar sobre artistas y sus dificultades con su salud mental, y como la música les ayuda a expresar lo que las palabras no pueden. Sin embargo, esta vez quiero hacer algo diferente y en lugar de enfocarme en diferentes artistas, quiero mirar la música desde el ángulo de la mente y la psicología, para entender porque la música tiene poder sobre nuestras emociones. 

Como siempre digo, la música es mágica. Esta tiene la capacidad de calmarnos, inspirarnos o hacernos sentir bien cuando más lo necesitamos. Al tener una sub-concentración en psicología, siempre me ha llamado la atención descubrir cómo el cerebro reacciona ante diferentes sonidos y porque una sola canción cambia por completo nuestro estado de ánimo. 

Normalmente pensamos que cuando escuchamos música solo utilizamos los oídos. Sin embargo, lo que pasa es que todo nuestro cerebro entero se activa. La corteza auditiva procesa todo sonido, el sistema límbico maneja las emociones, y el núcleo accumbens libera dopamina, sustancia química relacionada con el placer y la motivación. Por eso, cuando escuchas tu canción favorita, tu cerebro literalmente se llena de felicidad. 

Dejándonos llevar por el Journal of Neuroscience (2022), escuchar música estimula áreas del cerebro que se activan cuando comemos algo que amamos o recibimos algún tipo de afecto físico de alguien que amamos.  Además, Harvard Health Publishing encontró que la música puede mejorar la memoria, concentración y estado de ánimo, especialmente cuando estudiantes escuchan música instrumental o lo-fi mientras estudian. 

No es solo una coincidencia si una canción te ayuda a concentrarte o soltar el estrés. Es tu cerebro respondiendo a un estímulo bastante poderoso por decirlo así. 

Cada ritmo, tono, o letra que escuchamos tiene la capacidad de movernos emocionalmente. Esto se debe a la conexión directa entre la música y la amígdala, el área del cerebro que se encarga de manejar todo tipo de emociones. Dependiendo la música que escuchamos es el efecto que este tiene en nosotros. 

Por ejemplo:

  • Una canción lenta puede reducir la ansiedad y ayudarte a relajarte. 

  • Una melodía alegre y rápida puede aumentar tu energía y mejorar tu estado de ánimo.

  • Una balada triste puede ayudarte a liberar emociones reprimidas o procesar recuerdos. 

Como en todo, cada persona reacciona diferente. Diferentes factores, incluyendo nuestra historia, personalidad y experiencias influyen en cómo interpretamos las canciones que escuchamos. En psicología, esto se conoce como respuesta emocional individualizada, y demuestra que la música no solo la escuchamos sino que la sentimos de maneras únicas. 

En el campo de la psicología, existe una práctica llamada musicoterapia, esta utiliza la música para mejorar el bienestar emocional, cognitivo y físico. El simple hecho de escuchar, cantar o componer música ayuda a las personas a expresar emociones difíciles, reducir el estrés y fortalecer la autoestima. 

Estudios han demostrado que la música puede:

  • Disminuir los niveles de cortisol, o la hormona del estrés.

  • Regular el ritmo cardiaco y la respiración. 

  • Y mejorar la comunicación y la empatía. 

Ya que mi tema normalmente son los artistas, no me puedo olvidar mencionar que muchos artistas también ven la música como un refugio emocional. Al escribir o cantar, ellos transforman sus sentimientos en arte, y al hacerlo, también nos ayudan a sanar mientras escuchamos diferentes melodias.

La música está presente en muchos momentos de nuestra vida, por ejemplo, cuando estudiamos, hacemos ejercicio, nos relajamos o simplemente queremos desconectarnos del mundo. En psicología, se ha comprobado que escuchar música activa regiones cerebrales relacionadas con la autoestima, la creatividad y la empatía, lo cual puede ayudarnos a mejorar nuestras emociones diarias. 

Por eso, es recomendado incluir música en nuestra rutina diaria, para no solo mejorar nuestro ánimo. Sino que también nos puede servir como una forma de autocuidado. Una canción puede ser tan terapéutica como una conversación. 

La música no es sólo arte, sino una forma de comunicación profunda entre el cerebro y el corazón. Nos conecta con nuestras emociones, nos recuerda quienes somos y, a veces, nos da el impulso que necesitamos para seguir adelante. Sin importar el idioma o género, todos compartimos algo en común, y es que la música nos hace sentir vivos. Así que la próxima vez que sientas que una canción te mueve mientras la escuchas, recuerda que no es casualidad, es tu mente, tu cuerpo y tus emociones vibrando al mismo ritmo. 

Fuentes:

Harvard Health Publishing (2023)

Journal of Neuroscience (2022)

American Psychological Association (2021)

Previous
Previous

The Invisible Connection: Music and Emotions

Next
Next

Tito Double P